LAS CURVAS DE SIVIAN Y WHITE
Ralizadas a mediados de los años cuarenta del siglo XX, representan un primer indicio del comportamiento, tanto de una cabeza humana
natural como, también, de un modelo sintétíco y nos sirven para extraer importantes conclusiones relacionadas, en este caso, con la
amplitud de la onda y el timbre, demostrando que el oído izquierdo no recibe la misma presión sonora que el derecho (excepto en
frecuencias muy bajas o cuando la fuente de sonido se encuentra justamente en el plano de simetría de la cabeza.
Estas curvas podemos considerarlas como el primer paso en la creación de la función HRTF actual.
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